lunes, 19 de julio de 2010

Carta de disculpa a los seguidores de "The King Flyp"

Quisiera comenzar esta carta pidiéndoles disculpas a todos y cada uno de ustedes, amantes del reggaetón morazaneco (sí, ese es el gentilicio de Morazán). Sinceramente, no sé qué fue lo que se me atravesó por la mente cuando me atreví a criticar a tan digno exponente de la cultura salvadoreña (sí, estoy hablando de King Flyp).

Supongo que en aquel momento se me olvidó que nosotros, los salvadoreños, somos, antes que otra cosa, la cuna del reggaetón. No, no fueron los puertorriqueños quienes dieron al mundo ese vaso insondable de cultura, fuimos nosotros. ¿Cómo se me pudo haber olvidado? Si el reggaetón es más salvadoreño que las pupusas, que las ruinas de Tazumal y Joya de Cerén juntas, que el mismísimo monumento del Divino Salvador del Mundo. El hecho de que todos los conductores del transporte colectivo, dignos representantes de nuestra cultura, escuchen ese género, tuvo que haberme dado alguna pista de ese dato tan importante que yo había olvidado. Y aún así, pobre ignorante, me atreví a criticar a King Flyp por usar un género musical que, según yo, era extranjero.

También quisiera disculparme porque no me había dado el tiempo de sentarme a meditar sobre las profundas verdades de las que King Flyp habla en sus canciones. Y yo tanto que lo critiqué. Pero no sólo eso, porque además de ser filosofía pura, sus letras son inestimables aportes literarios para el idioma español, casi como poemas barrocos. Es más, en expiación de mi ofensa, yo me comprometo a organizar un "mano a mano" entre King Flyp y Daddy Yankee. Apuesto que sería algo nunca visto, ni siquiera el antiguo pleito entre los poetas Luis de Góngora y Francisco de Quevedo.

Finalmente, mil disculpas por haber dicho que King Flyp no era un artista. ¿¡Cómo pude haber dicho semejante barbaridad!? Es tan artista como Salarrué, que murió sin honores y en la pobreza, por haberle dedicado su vida entera al arte; tan artista como Alberto Masferrer, que retomando ideas extranjeras (de Italia, para ser exactos), escribió el "Mínimum Vital". Lo que pasa es que yo estaba juzgando a King Flyp con cánones vetustos, porque antes, para ser llamado "artista", era necesario, además del valor para hacer las cosas, que éstas fueran verdaderamente buenas. Arriesgar todo por el arte, como quien dice. Se me olvidaba que ahora nada más basta con hacer las cosas valerosamente, aunque sean gabanadas (por supuesto que esto último no va con King Flyp, él no es nada gabán, sólo alguien muy valiente).

Por el momento es todo lo que tengo que decirles, queridos seguidores del Rey del reggaetón. Mil perdones nuevamente, porque lo he juzgado mal sin conocerle. Espero resarcir un poco el daño.

Acongojadamente,
Ars Pontifex

_______________________________________________________

P.D. 1: Para el que no entendió que todo lo anterior es puro sarcasmo, le invito a pasar por mi casa. Sirve y así se lo explico con dibujitos.

P.D. 2: Si, ahora, para que a uno lo llamen "artista" sólo hace falta tener valor para hacer las cosas, espero que más de alguno me dé ese título a partir de hoy. Ustedes no saben el valor que hace falta para publicar estas sátiras, a sabiendas que le puede caer una pedrada o pueden atentar contra uno.









No hay comentarios:

Publicar un comentario